11.1.07

Al tenis se juega en hierba

Cada año, cuando el calor del verano aprieta, cientos de tenistas asaltan las instalaciones del All England Tenis Club en busca de la gloria. A muy pocos les gusta la lluvia de Londres, las dos semanas en unas instalaciones obsoletas, el vestir de blanco o el jugar en hierba. Tan cierto como que todos los tenistas señalan como su favorito al paraíso del saque y volea.

Fue en 1877 cuando se puso en marcha un torneo de tenis elitista destinado a las clases pudientes de Londres. Medio siglo después, la I Guerra Mundial lo hizo desaparecer y el Club tuvo que acudir a donaciones para sobrevivir. Fue la salvación y la consagración del torneo. Americanos, franceses y asutralianos pusieron sus pies en Gran Bretaña y sus nombres en el palmarés.

Wimbledon es el mundo del saque y volea. El bote rápido y bajo de la bola obliga a una velocidad de piernas inusual. La fortaleza en el servicio y la derecha son fundamentales. Las dejadas y liftados son imprescindibles. Es el tenis de verdad, el de subir a la red, de jugarse el todo por el todo, de buscar el límite físco y táctico, del goipe en décimas de segundo. Pero sobretodo es WIMBLEDON, es historía, todo lo demás da igual, lo importante es vivir la mística de la hierba.